Comencemos conociéndote mejor, ¿Quién es Rafa Cerpa?
Nací hace 26 años en La Línea de la Concepción, Cádiz (España) y siempre he sentido una estrecha vinculación con el mundo de la comunicación. Desde pequeño he destacado por mi forma de expresarme, aunque también puede que tenga algo que ver con la manera en que veo la realidad. Soy graduado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y me quedan pocos días para serlo también como maestro en Educación Primaria por la Universidad de Cádiz. Me encanta el deporte, no entiendo la vida sin él (practicar y verlo) y de hecho muchas veces he tenido la suerte de poder combinar comunicación y deporte. Si tuviera que definirme personalmente, creo que soy simpático, no me gusta hacer sentir incómodo a nadie (independientemente de quien sea), trato de adaptarme a todos los contextos si se requiere y me encanta bromear, lo hago casi todo el tiempo.
¿Cuándo y cómo nace esa pasión por la escritura?
Yo creo que desde pequeño siempre había tenido esa habilidad sin desarrollar, hasta que tomé la decisión, bien entrada la juventud, de comenzar a escribir paulatinamente. He probado escribiendo pequeños relatos, algún blog que tengo en internet y ahora también la poesía. Lo que más me motiva y me inspira para dedicar mi tiempo a exteriorizarme de esa manera, es que permite mucho juego. La poesía es un lugar donde, en realidad, no importan tanto las reglas del juego, sino el trasfondo: el mensaje que uno quiere expresar.
¿Por qué poesía?
Si tuviera que justificar este formato, te diría que de pura casualidad. La vida me ha llevado a apreciar el calibre de la poesía con los años y su función aparentemente simple, pero repleta de altas connotaciones. Escribo poesía porque es directa, no da demasiados rodeos a lo que uno quiere decir, aunque hay quien no estaría de acuerdo con esta afirmación, porque de hecho la poesía se concibe normalmente haciendo todo lo contrario, dando rodeos y sin ir al grano, adornando de florituras donde no hay.
No he sido un gran consumidor de poesía, pero sí he tenido grandes referencias actuales y pasadas. Autores como Stefan Zweig, con su estilo delicado, o Franz Kafka, con su realismo mágico, Loreto Sesma y Elvira Sastre, ambas con su precisión sentimental, son algunos de los que más han marcado mi formación y eso se ve reflejado en mi manera de escribir, adaptándolo, claro está, al formato poético.
¿Es fácil escribir poesía? ¿Cómo te llega la inspiración?
Lo más difícil siempre es hacer que parezca fácil algo que no lo es. Te podría decir que sí, que es sencillo para mí, pero porque mi mente ha llegado a un punto de funcionar de esa forma, de generar continuamente poesía y de convertir grandes dilemas y obstáculos en palabras bonitas; aunque realmente no lo es.
Tu poemario “Silencio espiral” tiene como tema principal la salud mental. ¿A quiénes recomiendas leer el libro?
La salud mental no es el tema principal de la obra, pero es un enfoque muy importante que se le puede sacar. Realmente es un libro de poesía, y la poesía es libertad de expresarse artísticamente a través de la palabra. Que sí, que dentro de la obra hago mucho hincapié en compartir esas emociones que, a diario, solemos bloquear y ahí es donde se puede extrapolar que trato la salud mental.
Tener una mente sana es muy importante y, por desgracia, la tenemos muy descuidada hoy en día, expuesta a tantos estímulos que nos llegan sin filtros de manera continuada, tanto que casi no nos da tiempo a procesar si son buenos o malos. Por eso, Silencio Espiral parte de la honestidad y de sacar de dentro aquello que nos lastra para liberar la mente, no de residuos, sino de hábitos nocivos que hacen que acumulemos ansiedad y problemas derivados que nos dañan enormemente.
Recomiendo este libro a aquellos que buscan alejarse un rato de la realidad apabullante y que buscan conectar consigo mismos.
La salud mental abarca muchísimos temas, ¿te centras en alguno en concreto?
Como menciono, la honestidad es muy importante y ser coherente con uno mismo también lo es. Para tener una mente equilibrada hay que sostenerla con unas buenas bases que impidan su destrucción cuando se tambalee.
¿Has tenido que pedir consejo profesional a algún psicólogo o similar para asegurarte de que tus poesías eran terapéuticas para quien las leyese?
Este libro ha pasado únicamente por mis manos y por las de mi querida María Mojarro (que tuvo que hacerlo para escribir el prólogo), lo que, por un lado, es un riesgo de poder cometer errores, pero, por otro lado, en este libro no hay cabida para el error, puesto que uno no se puede equivocar en expresar lo que siente. No es un libro de autoayuda al uso, ni lo pretende ser.Lo mío no es una terapia científica o hecha por un profesional que se dedique a la psicología o psiquiatría. Es más bien una confesión, relatar la historia de uno mismo, de lo que ha vivido y cómo ha visto el mundo: contar eso, para mí, es terapia y también habrá a quien le sirva de ejemplo. Es una manera de exponerse, algunos lo entenderán y reflexionen a su manera y habrá otros que no lo hagan.
Considero este libro terapéutico en parte, por eso, porque sé que lo que contiene me ha ayudado a mí y podría hacerlo a otras personas, aunque de ello dependa la interpretación que le dé cada uno a su tiempo y lo que hace con él. Así que, respondiendo a la pregunta, no he pedido consejo a nadie en este sentido.
De todas, ¿cuál es tu favorita? Regálanos un trocito.
Este es uno mis favoritos, aunque tengo unos cuantos, de los que yo he llamado contrapoemas o poemas sin título:
Definitivamente se ha acabado el verano.
Los niños han vuelto al colegio,
y ya nadie se atreve a pisar la playa.
De un día para otro,
por arte de magia,
la arena descansa libremente,
sin el peso de las pisadas.
La orilla del mar,
que padece de olvido estacional,
se siente sola
y una vez más,
a nadie se le ocurrió explicarle,
que de repente ya ninguno la querría,
que de nuevo tendría que enfrentarse a la soledad.
Por eso, otra vez vuelve a llorar,
humedeciendo la arena,
como última tormenta estival.
¿Qué haces cuando no escribes? ¿Qué otros hobbies tienes?
Realmente, no es por echarme flores, pero tengo un tiempo libre muy diversificado: salgo con amigos, de fiesta, a dar paseos, dedico tiempo a los videojuegos, me encanta el deporte en general (por eso practico de manera amistosa ciclismo y fútbol), también me fascina la naturaleza y la ecología en el sentido más empírico de la palabra (sobre, todo la botánica a nivel personal; tengo un pequeño huerto), escucho música, me apasiona la fotografía creativa y paisajística, también adoro el cine y los mapas de todo tipo (me puedo pasar horas viendo mapas de cualquier parte del mundo: geográficos, políticos, etc.).
Pueden parecer muchas cosas, pero el día tiene muchas horas y la vida en general da para muchísimo. Por eso, creo que el valor de una buena vida está es saber apreciar todo en su justa medida y hay tanto ahí fuera que merece la pena, que sería un desperdicio no experimentarlo.
Para terminar, dinos donde podemos encontrar tu poemario Silencio Espiral.
El libro se encuentra a la venta en Amazon, donde se puede adquirir tanto en versión digital como de tapa blanda a precio muy asequible.
Entrevista realizada por Mirian Romero