Con una larga trayectoria escribiendo, con 2 guiones de musicales flamencos representados en muchos lugares de Andalucía (San Roque, Córdoba…) y en el Teatro Español de Tetuán, 5 libros editados (cuatro de ellos novelas y una colección de cuentos gastronómicos), más una novela en inglés que esperemos que pronto esté en español, colaboradora en prensa y Tv, jurado de certámenes, pregonera en ferias del libro y recibidos varios premios literarios, Ángeles Chozas nos habla de su novela “Las doncellas de la espía”.
Con este currículo, ansiamos hacerte esta pregunta: ¿desde cuándo escribes y qué te motivo a ello?
Creo que he escrito toda mi vida. De pequeña escribía cuentos y los ilustraba y hacía libritos con hojas de cuaderno dobladas por la mitad y grapadas. Escribir es una necesidad, es mi manera de vivir muchas vidas y de descargar mi alma en el papel.
¿Has tenido influencia de otr@s autores/as o por el contrario tu estilo es libre como medio de expresión?
No tengo influencia de otros autores, tengo mi propio estilo, no escribo de una manera lineal, sino que juego con los tiempos. Mis autores preferidos escriben de una manera muy diferente a como lo hago yo.
Me gusta escribir en primera persona, no lo hago siempre, pero me siento más cómoda. Me considero un personaje más de la novela.
¿Tienes otras aficiones del mundo del arte y la cultura?
Sí, me gusta el dibujo. A veces ilustro mis cuentos infantiles y también me gusta la cerámica.
En el fondo todo es muy parecido, se trata ni más ni menos que comenzar con una idea e ir dándole forma hasta ver el resultado final, y sobre todo disfrutar del proceso creativo.
Tu novela es histórica ficcionada y suponemos que hay planificación tras ella, ¿o dejas surgir sobre la marcha?
Intento planificar, pero es una planificación muy sui generis. Investigo, me hago guiones e intento seguirlos, aunque los personajes se me escapan, adquieren su propia personalidad, adquieren voz, ritmo, carácter, estilo… y a mí me toca describirlos. Si tomo muchas notas que aparecen en papelitos, servilletas, etc., y que luego ordeno más o menos.
Concretamente esta novela nació por consejo de María Dueña.
Cada cierto tiempo hago unas visitas guiadas o unos paseos literarios en los que cuento la vida de la espía Rosalinda Fox, a uno de esos paseos asistió María Dueña y viendo la documentación que poseía, me animó a escribir la novela, y lo hice. Así nació Las doncellas de la espía y la verdad es que el resultado está siendo muy satisfactorio.
¿Qué periodo histórico te resulta más inspirador?
No elijo el periodo histórico. Las ideas aparecen porque sí, a veces una idea se me incrusta en el cerebro y me persigue y no cesa hasta que no empiezo a darle forma. Puede surgir porque que vea una foto, me cuenten una anécdota o simplemente escuche una frase, esto me sucedió en mi novela anterior, Los días añadidos, que son los que van después de una donación de órganos. Esta novela se empezó a gestar en un programa de radio en el que colaboraba, invitamos a un señor que estaba trasplantado de corazón, aunque no iba a hablar de su trasplante, en un momento determinado dijo una frase que me impresionó, la anoté y me puse en marcha, a partir de ahí hablé con personas que de alguna manera tuviera relación con este tema, desde familiares hasta médicos, y así fui recopilando momentos y sensaciones que anotaba con cierto desorden. Así suelo hacerlo siempre.
Finalmente enmarco mis ideas con un hilo conector hasta que consigo formar mi puzle, y lo guardo por un tiempo, meses, después lo saco, lo releo…
Veinte mil correcciones más tarde decido no volver a tocarlo.
¿Qué te gusta más del proceso de escritura en la creación de una obra?
Hablar con la gente. Quedar a tomar un café y escuchar lo que me cuentan. En ocasiones puedo anotar, pero en otras veo que las personas con las que hablo no se sienten cómodas si ven mi cuadernillo y procuro retener lo máximo posible y lo anoto en cuanto puedo. De la grabadora ya ni hablamos. Coarta.
Me gusta investigar, buscar localizaciones, paisajes y costumbres de los lugares que aparecen en mis novelas.
Si mi personaje visita un castillo en Escocia, yo tengo que visitarlo también, para eso está San Google, gracias a él visito muchos castillos y elijo uno y me imagino rodeándolo, viendo las huellas de los animales, el olor de la hierba… y así todo.
Es un proceso largo pero apasionante.
Dedico a mis novelas todo el tiempo que necesiten.
¿Cuál es tu mejor recuerdo literario?
Tendría para llenar varias páginas, pero voy a contar uno. Recibí un premio en Sevilla, cuando acabé de leer el relato, se me acercó una señora que se sentía identificada con Reme, la protagonista de la historia, me abrazó y me dijo muy emocionada: “Yo también soy Reme”.
La presentación de mi primer libro. El primer contrato editorial. La carta de una editorial americana que me anunciaba que aceptaban publicar mi manuscrito y encima lo traducirían al inglés… han sido muchos.
Háblanos de tu novela.
Las doncellas de la espía… conocí a Rosalinda Fox a través de una persona que había trabajado para ella, de una de sus doncellas, pero no podía imaginar que el personaje diera para tanto.
En las doncellas de la espía se recrea un momento histórico muy interesante, cuando el sur del sur se había convertido en un nido de espías. Cuando una de las bahías más bonitas del mundo pudo convertirse en una colonia de élite. Pero sobre todo se cuentan historias personales a través de un grupo de mujeres del pueblo que se sientan a ver un atardecer, así de sencillo.
La transformación sufrida en una humilde aldea de pescadores cuando llegó una mujer elegantísima, rubia, guapa, con unas gafas de sol y una pamela, conduciendo un Rolls Royce por unos caminos de tierra.
En esta novela hay apasionantes historias de amor, de superación, de valentía y de traiciones. Tal vez desmonten la idea que se pueda tener del personaje, pero se acerca más a la realidad con las licencias que se le permite a una novela.
Cuando Rosalinda apareció en el Tiempo entre costuras ya había muerto, y entonces empecé a bucear por su vida y me enamoré del personaje. En la novela aparece una mujer fuerte, valiente, con mucho carácter y una vida apasionante que se rodeó de personas increíbles.
Cuando su edad y sus circunstancias le permitieron hablar, cuando ya todo estaba perdido, dijo que el día que muriera sabríamos quién era. Y así fue.
¿Qué consejo darías a quienes sueñan con ser escritores/as?
Pues que escriban, que no se pongan límites, que sueñen y nos transmitan esos sueños a través de sus palabras.
A parte de escritora serás lectora. ¿Tienes un libro que destaque sobre los demás por ser tu favorito?
Hay muchos libros para poner en esa lista. Soy lectora y relectora, me gusta releer. Cuando un libro me apasiona, lo leo sin darle tregua, con ansiedad, una vez acabado lo pongo en una estantería especial donde están los “elegidos” para retomarlo en otro momento porque estoy convencida de que necesita una segunda lectura más lenta ya que la primera ha sido demasiado rápida.
¿Eres de las que se encierra en un mundo del silencio para escribir o la música de fondo te inspira más?
Prefiero el silencio, la noche, cuando mi casa duerme, una determinada luz y ciertas épocas del año. Eso no quita que me adapte a las circunstancias.
Sabemos que estás en constante movimiento dentro de muchos proyectos, sin embargo, ¿hay otra novela cuajándose en el horno?
Sí, hay proyectos muy interesantes y estoy escribiendo. Siempre estoy escribiendo, solo que, en estos momentos, borro más que escribo.
Por último, te hemos estado preguntando a ti, pero ¿qué te gustaría preguntar a tus lectores?
Esto sí que es difícil.
A mis lectores les preguntaría si han disfrutado leyendo mi obra y sobre todo les agradecería el tiempo que me han dedicado.
SINOPSIS:
En Las doncellas de la espía se narra la historia de Rosalinda Fox, la que fuera «antena» del imperio británico. Nació en Calcuta en el primer cuarto del s. XX de donde salió a los dieciséis años casada, con un hijo, enferma y despechada por su marido que no tenía en sus planes una mujer débil.
Tras recorrer varios países, acaba instalándose en una aldea de apenas ochenta habitantes al sur de España, desde donde atrajo a personajes variopintos como cineastas, escritores y multimillonarios caprichosos que fueron transformando la aldea. La idea de Rosalinda era formar una colonia de élite en aquel lugar tan privilegiado, y casi lo consigue, si no es por el capricho de un gobernante vengativo que la castiga cuando sus planes están en marcha, y la traición de unos socios. Rosalinda no contó tampoco con la dignidad de un pueblo humilde. Los amoríos de una mujer liberada y el misterio de una vida de vértigo forman parte de la trama. Nada acaba siendo como se fue proyectando.
Esta es una biografía novelada donde se entremezclan realidad y ficción.