Una novela donde la amistad, el amor, la superación, la intriga, las mentiras y un caso por resolver, crean un coctel que te pone una soga de la que tira y afloja mientras recorres su lectura. Personajes fríos que te enervan como una tormenta y cálidos como el aroma que desprende un bebé. Un misterio que te arrastra de un personaje a otro sin percatarte del reguero de pistas que la autora va dejando, hasta el desenlace. La homofobia está presente en esta historia, mostrándonos mentes cerradas y venganzas ocultas en la irracionalidad y el dolor.
La pluma ligera de la autora y el lenguaje sencillo, evitan atascarse e invitan a perderse en su lectura para pasar las horas enganchado a su trama muy bien hilada.
He llegado a odiar y amar a los personajes, que han jugado con mi psique a lo largo de los capítulos, llevándome a un final inesperado que te hace plantearte que, los cánones establecidos en la sociedad todavía tienen una fuerte influencia a la hora de elegir nuestro modo de vida.
Es la primera novela que leo de esta autora y he quedado muy satisfecha. Enhorabuena Begoña Gallego.